Factores de Riesgo Ergonomicos
Los factores de riesgo ergonómicos son una de las mayores preocupaciones de los responsables de las oficinas.
De hecho, la mayor parte de las bajas laborales y del absentismo se produce por cuestiones relacionadas con problemas en la espalda, la postura y las articulaciones.
Las empresas que invierten dinero en tener un buen plan para prevenir todas estas enfermedades y dolencias obtienen recompensas a corto y largo plazo.
Ya que mejoran el bienestar y la productividad de sus trabajadores.
Clasificación
Los factores ergonómicos se dividen en dos grandes grupos, según el origen del trastorno.
Si son de origen físico se los nombra como factores de riesgo biomecánicos, convirtiéndose en trastornos musco-esqueléticos
- POSTURAS FORZADAS
- MOVIMIENTOS REPETITIVOS
- MANIPULACIÓN MANUAL DE CARGAS
- APLICACIÓN DE FUERZA
Si son de origen psicológico se los llama factores de riesgos psicológicos.
Trabajo monótono, falta de control sobre la propia tarea, malas relaciones sociales en el trabajo, vergüenza percibida o presión de tiempo.
¿Cómo se evitan los Factores de Riesgo Ergonómicos en oficinas?
El problema de los Factores de Riesgo Ergonómicos, es habitual en todos los espacios en los que se permanece sentado durante demasiado tiempo.
Las solución es una buena prevención, que incluya la educación postural para los trabajadores.
A veces mantener una buena postura depende de saber cómo se hace más que de no tener las herramientas adecuadas para hacerlo.
Por otro lado, tanto el mobiliario como los espacios laborales deben haber sido creados teniendo muy presente la ergonomía y la comodidad del trabajador para proporcionarle el máximo bienestar.
Cosas a tener en cuenta para evitar los riesgos ergonómicos
Es necesario que la empresa tenga desarrollado un plan de riesgos laborales adecuado al sector en el que se engloba.
Aunque este plan es obligatorio por ley, sería recomendable que el apartado de riesgos ergonómicos estuviese bien desarrollado para saber cómo se deben prevenir y cómo actuar en el caso de que se produzcan.
La formación de los trabajadores es una de las claves a la hora de prevenir los riesgos laborales.
De hecho, los cursos especializados y charlas específicas son beneficiosos para prevenir una gran parte de las dolencias relacionadas con la ergonomía.
Los mismos ayudan a los trabajadores a entender cómo sentarse correctamente frente al ordenador, así como la importancia de los descansos activos y del cambio de postura .
Disponer de un mobiliario adecuado según la cantidad de horas pasa el trabajador en su puesto laboral, es importante para reducir riesgos laborales ergonómicos.
De hecho, en el diseño de la oficina se debe estudiar cuidadosamente este aspecto para garantizar el bienestar físico de los empleados desde el primer momento.
El mobiliario y el diseño de espacios deben fomentar el cambio de la postura.
Esto evitará que el empleado sufra contracturas, agarrotamientos y otras dolencias musculares por permanecer quieto demasiado tiempo.
La oficina debe contar con espacios adecuados para el descanso que permitan a los trabajadores poder tomarse un descanso y practicar lo que se conoce como descanso activo.
En este caso es muy recomendable poner en marcha estrategias de creación de espacios de soft seating.
En los que se puedan hacer tareas cotidianas no necesariamente relacionadas con el trabajo, trabajar y desconectar en el mismo lugar.
Plan de prevención
Asegurarse de tener un plan adecuado para prevenir los riesgos ergonómicos supone una importante inversión de dinero porque en muchos casos requiere de rediseño del propio espacio laboral.
Sin embargo, las empresas que se lo han tomado en serio han encontrado muy buenos resultados.
Además, actualmente la ley obliga a tener un plan de prevención avanzado siempre que se tengan trabajadores por cuenta ajena contratados.
E incluso se ha hablado de bonificar en positivo a las empresas que reduzcan los problemas relacionados con este tema.
Por lo tanto, si todavía no has pensado en contemplar este tema en tu próximo proyecto, es buen momento para replanteártelo.
